Para gustos los colores

Aun cuando pienses que todo esta perdido, recuerda que la vida es una e igual no saldras viv@ de ella.. no la tomes tan en serio!

18 noviembre 2010

Las 1000 canicas

Hace unas cuantas semanas me dirigía hacia mi equipo de radioaficionado en el sótano de mi casa, con una humeante taza de café en una mano y el periódico en la otra. Lo que comenzó como una típica mañana de sábado, se convirtió en una de esas lecciones que la vida parece darnos de vez en cuando.
Déjenme contarles: sintonicé mi equipo de radio para entrar en una red de intercambio del sábado en la mañana. Después de un rato me topé con un compañero que sonaba un tanto mayor.
Él estaba hablando, con aquel con quien estuviese conversando,
de algo acerca de mil canicas”. Quedé intrigado y me detuve
para escuchar lo que le decía a su interlocutor: “Bueno,
John, de veras que parece que estás ocupado con tu trabajo.
Estoy seguro de que te pagan bien, pero es una lástima que
tengas que estar fuera de casa y lejos de tu familia tanto tiempo.
Es difícil imaginar que un hombre joven tenga que trabajar
sesenta horas a la semana para sobrevivir. Qué triste que te
 perdieras la presentación teatral de tu hija”.
Luego continuó: “Déjame decirte algo, John, algo que me ha ayudado a mantener una buena perspectiva sobre mis propias prioridades”.
Y entonces fue cuando comenzó a explicar su teoría sobre unas “mil canicas”: “Hace algunos años, me senté un día e hice algo de aritmética: la persona promedio vive unos setenta y cinco años. Entonces, multipliqué 75 años por 52 semanas por año, y obtuve 3.900, que es el número de sábados que la persona promedio habrá de tener en toda su vida.
Quédate conmigo, John, que voy a la parte importante. “Para ese entonces, con mis 55 años, ¡ya había vivido mas de 2.800 sábados!
Me puse a pensar que si llegaba a los setenta y cinco años, sólo me quedarían unos mil sábados más para disfrutar. Así que fui a una tienda de juguetes y compré todas las canicas que tenían. Tuve que visitar tres tiendas para obtener las 1.000 canicas. “Las llevé a casa y las puse en una fuente de cristal transparente, junto a mi equipo de radioaficionado.
A partir de entonces, cada sábado he tomado una canica y la he tirado. Descubrí que, al observar cómo disminuían las canicas, me enfocaba más sobre las cosas verdaderamente importantes en la vida.
No hay nada igual que observar cómo se te agota tu tiempo en la Tierra, para ajustar y adaptar tus prioridades en esta vida.
“Ahora déjame decirte una última cosa antes que nos desconectemos y lleve a mi bella esposa a desayunar: esta mañana saqué la última canica de la fuente de cristal y, entonces, me di cuenta de qué si vivo hasta el próximo sábado, entonces me habrá sido dado un poquito más de tiempo de vida.

“Me gustó conversar contigo, John, espero que puedas estar más tiempo con tu familia y espero volver a encontrarnos aquí en la banda. Hasta pronto, se despide „el hombre de 75 años. Cambio y fuera. ¡Buen día!”.
Uno pudiera haber oído un alfiler caer en la banda cuando este amigo se desconectó.
Creo que nos dio a todos bastante qué pensar.
Yo había planeado trabajar en la antena aquella mañana y luego iba a reunirme con unos cuantos radioaficionados para preparar la nueva circular del club.
En vez de aquello, subí las escaleras y desperté a mi esposa con un beso. —Vamos, querida, te quiero llevar a ti y a los muchachos a desayunar fuera. —¿Qué pasa? —preguntó sorprendida. —¡Oh, nada!, es que no hemos pasado un sábado junto con los muchachos en mucho tiempo.
Por cierto, ¿podríamos parar en la tienda de juguetes antes de llegar al restaurante? Necesito comprar algunas canicas.
¿Te has dado cuenta de que lo único que no se puede atesorar es el tiempo?
Nadie puede consignar tiempo en una cuenta y luego retirarlo.
¿Te has dado cuenta de que lo único que en el universo quedó exactamente distribuido entre todos los seres humanos es el tiempo?
A pesar de los esfuerzos de muchos por ocultar su edad, ¡todos envejecemos un día cada 24 horas!

El Ladrillazo

Un joven y exitoso ejecutivo paseaba a toda velocidad en su Jaguar último modelo, sin ningún tipo de precaución.
De repente sintió un estruendoso golpe en la puerta, se detuvo y al bajarse vio que un ladrillo le había estropeado la pintura, la carrocería y el vidrio lateral de su lujoso auto.
Se subió nuevamente, pero, lleno de enojo, dio un brusco giro de 180 grados y regresó a toda velocidad al lugar donde vio salir el ladrillo, que acababa de dañar su hermoso y exótico auto.
Salió del auto de un brinco y agarró por los brazos a un chiquillo y, empujándolo hacia el auto estacionado, le gritó a toda voz: —¿Qué rayos fue eso? ¿Quién eres tú? ¿Qué crees que haces con mi auto? —Y enfurecido, casi botando humo, continuó gritándole al chiquillo:—¿No ves que es un auto nuevo y ese ladrillo que lanzaste va a costarte muy caro? ¿Por qué hiciste eso? —Por favor, señor, por favor. ¡Lo siento mucho!, no sé qué hacer —suplicó el chiquillo—.

Le lancé el ladrillo porque nadie se detenía. Las lágrimas bajaban por sus mejillas hasta el suelo, mientras señalaba al lado del auto estacionado. —Mire, es mi hermano —le dijo—. Se cayó de su silla de ruedas al suelo y no puedo levantarlo.
Sollozando, el chiquillo le preguntó al ejecutivo: —¿Puede usted, por favor, ayudarme a sentarlo en su silla? Está golpeado, pesa mucho y no puedo alzarlo pues soy muy pequeño.
Visiblemente impactado por las palabras del chiquillo, el ejecutivo tragó saliva pasando el nudo que se le formó en la garganta. Indescriptiblemente emocionado por lo que acababa de pasarle, levantó al joven del suelo y lo sentó nuevamente en su silla; enseguida sacó su pañuelo de seda para limpiar un poco las cortaduras y el polvo en las heridas del hermano de aquel chiquillo tan especial.
Luego de verificar que el hermano se encontraba bien, miró al chico cuando éste le daba las gracias con una sonrisa imposible de describir... —Dios lo bendiga, señor, y muchas gracias —le dijo.
El hombre vio cómo se alejaba el chiquillo empujando trabajosamente la pesada silla de ruedas de su hermano, hasta llegar a una humilde casita cercana.
El ejecutivo aún no ha reparado la puerta del auto, con el propósito de recordar que no se debe ir por la vida tan de prisa hasta el punto que alguien tenga que lanzarle un ladrillo para llamar la atención.
¿Por qué no prevemos las necesidades de los demás y son ellos los que tienen que pedir nuestra ayuda?
¿Qué tan sensibles somos al dolor ajeno?
¿Hay todavía algún espacio para la misericordia?

16 noviembre 2010

Ahi puedes hacer lo que quieras

Nada más morir, Juan se encontró en un bellísimo lugar, rodeado de las comodidades y de la belleza con las que siempre soñara.
Un sujeto vestido de blanco se le aproximó:
–Tiene derecho a todo lo que quiera: cualquier alimento, placer o diversión, le dijo.
Encantado, Juan hizo todo lo que había deseado hacer en su vida.
Después de muchos años de placeres, buscó al tipo de blanco:
–Ya he probado todo lo que quería. Ahora necesito un trabajo, para sentirme útil.
–Lo siento mucho, dijo el personaje de blanco, pero esto es lo único que no puedo conseguirle; aquí no hay trabajo.
–¡Es terrible!, se irritó Juan. ¡Voy a pasarme la eternidad muriéndome de aburrimiento! ¡Preferiría mil veces estar en el infierno!
El hombre de blanco se le aproximó, y le dijo en voz baja:
–¿Y usted dónde se cree que está?

Moises pidió perdón

Cuando Moisés subió a los cielos para escribir determinada parte de la Biblia, el Todopoderoso le pidió que dibujase pequeñas coronas sobre algunas letras de la Torá.
Moisés dijo:
–Creador del Universo, ¿cuál es el objetivo de estas coronas?
–Que dentro de 100 generaciones, un hombre llamado Akiva interprete el verdadero significado de estos dibujos.
–Muéstrame la interpretación de este hombre, pidió Moisés.
El Señor llevó a Moisés al futuro, y lo puso en una de las clases del rabino Akiva. Un alumno estaba preguntando:
–Rabino, ¿cuál es el sentido de estas coronas dibujadas encima de algunas letras?
–No lo sé, respondió Akiva. Y creo que ni siquiera Moisés lo sabía.
Pero como él era el mayor de todos los profetas, hizo esto apenas para enseñarnos que, aunque no comprendamos todo lo que hace el Señor, de todas maneras debemos hacer lo que nos pide.
Y Moisés le pidió perdón al Señor.

Soy a quien a menudo olvidas

¿Por qué me estás olvidando?
¿Por qué te aburres conmigo?
¿Por qué me traicionas?
Cuando no me tenías, me buscabas.
Algunas veces hasta me rogabas y sufrías por mí.
Sentías celos cuando veías a otros conmigo.
Después de que me conseguiste, me dedicaste tu interés, tu tiempo, tus cuidados, y te esforzabas por mí.
Hasta acudías puntual a nuestras citas.
Yo cuido tu salud y la de tu familia, por si alguna vez se ve quebrantada.
Por mi dispones de servicios médicos.
Yo velo por la seguridad de tí y de tu familia.
Yo soy quien te proporciona lo que necesitas.
Hasta un poco de felicidad, y aquí estoy... esperando.
Cuídame igual que antes, y recuerda: yo también puedo cansarme de esperar.
Muchos me buscan y sufren por mí.
Al igual que tú lo hiciste.
Y me necesitas tanto como yo a tí.
¿Quién soy?
¿Todavía no lo sabes?
¿Ves como tengo razón?
Soy yo, tu trabajo.

25 frases a nuestras madres les encantaria escuchar

01. Mamá (por primera vez).
02. ¡Qué linda te ves!
03. Te quiero mucho.
04. Quiero hacer popó (por primera vez).
05. Ya no quiero teté, dame  leche en vaso.
06. Mamá, ¡tú sí sabes!
07. Gracias.
08. Por favor.
09. Te voy a recitar una poesía.
10. Mira, ya no me como las uñas.
11. La maestra me felicitó.
12. Gané cinco en matemática.
13. Soy cuadro de honor.
14. Jamás fumaré.
15. La comida te quedó rica.
16. Voy a limpiar mi cuarto.
17. Quiero ser doctor.
18. No voy a tener novio hasta que me gradúe.
19. Me gané la beca.
20. Ya tengo trabajo.
21. Mira lo que te compré con mi primer cheque.
22. Me voy a mudar.
23. Te quiero presentar a mi novio, y es doctor.
24. La comida de mi esposa no sabe tan bien como la tuya.
25. Ahora (que tengo hijos) entiendo todo lo que pasaste conmigo.

Caminando por la vida

 
Motivados a dar un granito de arena en cada paso, con la esperanza de ver en los bellos rostros de los niños una sonrisa agradecida por nuestra contribución, muchas personas se aproximaron al Parque Omar desde tempranas horas del sábado 16 de octubre para dar un “relevo por la vida” a los niños de Fanlyc.
El lugar estaba repleto desde la mañana, se podía ver a mujeres que venían luego del trabajo, otras para ejercitarse y a la vez colaborar, hombres de todas las edades, niñas y niños con sus padres y mascotas, la abuela con su nieto, parejas... Todos ven en los niños con leucemia y cáncer un futuro que depende de nosotros.
Era tan emocionante caminar, correr o trotar, y ver mientras recorrías el parque cómo tanta bella gente se reunió por tan noble causa. Ayudar era la mayor ambición de todos los presentes.
Esta actividad se hace anualmente en el mes de octubre; por cada vuelta que des al parque una empresa aporta 5 dólares a Fanlyc; esto toma entre 30 minutos o poco más de una hora, es más satisfactorio pasar ese tiempo en el parque que quedarse en casa viendo televisión o en la computadora.
Es la primera vez que participo -en años anteriores no vivía en la capital-, y no había experimentado emoción similar.



Mamá me orgullece porque hizo pasar pena a mi hermano pero valio la pena

Mi hermano tiene 24 años y es un hombre de negocios, administra la empresa familiar, pero en su niñez, en la escuela, parecía estar la primaria un paso más adelante que él, le era difícil tener buenas notas, tenía una maestra que le ayudaba a estudiar en casa, lo llevamos con doctores y psicólogos para ver si tenía algún problema, para lo demás él siempre era bueno, mamá decía  que sería como Albert Einstein que no era bueno en el colegio pero luego seria orgullo de la sociedad. Un año reprobó el grado, mama lo cambio a una escuela nocturna entonces así ella en el día trabajaba en la fábrica e la cual en aquellos días era el pilar, en la tarde trabajaba como profesora en un colegio a dos horas de donde vivimos y por la noche iba con él a la escuela, lo que sea hasta que él se valga por el mismo decía ella; mamá me orgullece diariamente, es dura para que seamos cada día mejor y bella como solo las madres lo saben ser, el día que me e sentido más orgullosa y agradecida con el señor por habérmela regalado fue un día de diciembre, en la graduación de mi hermano de sexto grado ella lloraba de la emoción y era gracioso verla cuando pronunciaron el nombre de su hijo gritar ¡ese es mi hijo! Puede que en esos días que ella era la única que iba con su hijo a la escuela él no lo valoraba pero hoy verlo a  siendo entonces hoy el pilar de nuestro negocio y ella sonreír de verlo feliz me inunda el alma de alegria

La mejor opción para depilar tus cejas

Las cejas son uno de los detalles más importante para resaltar la belleza de nuestro rostro.
Por lo que muchas personas con frecuencia se las depilan para lucir mejor, es importante conocer los pro y los contra de esta práctica tan popular en Panamá.
Consultamos con el profesional de la belleza Carlos Barrios, del Irans Beauty Salon del Centro Comercial Los Andes, quien nos explicó, que él recomienda la depilación con cera, por ser esta más eficaz y duradera pues el bello es arrancado de raíz y la piel queda suave y brillante.
Agregó, que cuando las personas presentan reacciones alérgicas generalmente es o porque son de piel muy sensible o el producto utilizado está alterado, vencido o fue mal manipulado por el profesional.